martes, 23 de febrero de 2010

Una parada en el camino de vuelta a casa

Me paré, esperando algo. Un grito, una señal, lluvia, el hombre de mi vida, algo. Pero los coches seguían su camino, uno detrás de otro, con ese ruido tan molesto, obligándome a subir la música que retumbaba suavemente en mis oídos. Y la calle siguió desierta, tan oscura como antes, tan oscura como la desesperación que continué arrastrando conmigo al reanudar el paso.